El trabajo de los psicólogos que atienden pacientes va más allá de “curar” a quienes tienen problemas de salud mental. No es un trabajo técnico sin más: tiene una dimensión ética a tener en cuenta. Por eso, en este artículo te explicaremos qué es el consentimiento informado en psicología, por un lado, y cómo hacer el consentimiento informado en psicoterapia, por el otro.
Es decir, te contaremos la teoría y la práctica de este intercambio comunicativo clave, que está en la base de la intervención.
¿Qué es el consentimiento informado en Psicología?
Si estás leyendo esto, seguramente hayas pasado un rato leyendo artículos que aún te generan más dudas que respuestas.
Hasta cierto punto es normal. En estos temas tan vinculados con el ordenamiento legal, es complicado o tener que lidiar con tecnicismos. Sin embargo, aquí haremos un esfuerzo para que sea fácil de comprender.
Veamos una primera definición del término “consentimiento informado” dicho de manera resumida. A partir de esta, será más fácil entender cosas como en qué casos se pasa el consentimiento informado, a quién deben dárselo los psicólogos, etc.
Y por cierto, si te quedan dudas (esperemos que no), contacta con nosotros. A fin de cuentas, en Psicoemprendedores estamos para eso: para dar asistencia a psicólogos dentro del ámbito laboral.
Definición de consentimiento informado en el contexto sanitario
El consentimiento informado es un acto de comunicación entre profesionales sanitarios y pacientes que es previo tanto a la base de evaluación como a la fase del tratamiento, y cuya función es informar a la persona sobre aspectos relevantes de la terapia, especialmente de sus riesgos, para buscar un cuerdo y proteger los derechos del paciente a partir de uno muy importante: el derecho de autodeterminación.
Seguramente te suene el concepto “derecho de autodeterminación” referido a la política, los movimientos pro-secesión, etc. ¿Qué tiene que ver con todo esto?
Muy fácil: este término existe para plantear el debate de quién decide sobre algo. A quién le toca consentir o no consentir que ciertas acciones tengan lugar. Por ello, el consentimiento informado es una de las manifestaciones de la soberanía de los pacientes sobre sus propios cuerpos. Apelando al derecho de autodeterminación de la persona a la que atiende un terapeuta, se reconoce que en última instancia es él quien está en disposición de aceptar o no aceptar pasar por el proceso de la terapia en los términos que le propone el sanitario.
Teniendo esto en cuenta, volvamos a la pregunta de qué es el consentimiento informado, y a su respuesta.
- Es un acto comunicativo, porque se fundamenta en un intercambio de información.
- Se realiza entre terapeuta y paciente mediante un acuerdo. Algo importante, porque en la mayoría de procedimientos terapéuticos hay un riesgo que debe ser reconocido y aceptado para continuar.
- Pone énfasis en los riesgos y posibles características desagradables de la terapia… Ya que las “sorpresas” positivas difícilmente rompen un acuerdo.
- Su función es proteger los derechos del paciente (es la parte que más tiene que perder si se le aplica la terapia y todo sale mal).
¿Por qué el consentimiento informado se aplica en psicoterapia?
Simple y llanamente, porque aunque la psicoterapia no sea una intervención médica ni parte del modelo biomédico de la salud, técnicamente sí se considera un acto médico.
Es decir: su función es solucionar o paliar problemas que generan malestar y afectan a la calidad de vida del paciente, y que de alguna manera han “echado raíces” en él como individuo (no es un problema puramente social).
Del mismo modo, aunque un psicoterapeuta no use métodos invasivos ni basados en los fármacos, eso no significa que la psicoterapia no pueda tener efectos secundarios. Sí los puede tener, aunque sean muy poco comunes. Recordemos el escándalo de los falsos recuerdos implantados por parte de psicoterapeutas, algo que llevó a varias personas a sufrir traumas por eventos que se demostró que no habían ocurrido.
Principios éticos del consentimiento informado
Tal y como hemos visto, el consentimiento informado en el ámbito de la psicoterapia no es en sí un elemento cuyo valor esté en su utilidad técnica. Su valor está en el trasfondo ético del desempeño profesional de un psicólogo.
Por eso, se apoya en principios éticos que tienen su origen en el juramento hipocrático y que se plasman en el código deontológico de los psicólogos. Este último es regulado por el Consejo General de la Psicología de España en el territorio español). Dichos principios son los siguientes.
1. No maleficencia
Su nombre original es Primun non nocere, y enfatiza la idea de estar obligado a mantenernos informados sobre los últimos avances en nuestro ámbito sanitario… Para evitar procedimientos que expondrían al paciente a un daño o a un riesgo innecesarios. Pase lo que pase, este principio debe cumplirse, ya que es de obligación perfecta.
2. Beneficencia
Si el anterior pilar ético ponía el foco en la importancia de evitar lo innecesario, este plantea la importancia de asegurarnos de que los beneficios causados por la implicación terapéutica sean mayores que los daños.
Como es de obligación imperfecta, no siempre debe cumplirse. Por ejemplo, si el paciente no da su consentimiento informado (en caso de que esté en condiciones de darlo), no podemos obligarlo a pasar por la terapia… Aunque creamos que le ayudaría casi con total seguridad.
3. Autonomía
Este, como el primer principio, también es de obligación perfecta, y es el más relevante a la hora de comprender cómo hacer el consentimiento informado en psicoterapia. Consiste en reconocer que, si el paciente experimenta la autoconsciencia de su identidad como individuo, tiene derecho de decidir.
¿Y cómo se determina si una persona tiene autoconciencia de su existencia como persona individual? Eso lo veremos luego. De momento, quédate con que, para que se cumpla el principio de autonomía, debes asegurarte de que se cumplen estas condiciones fijadas por el precedente del Belmont Report, un informe emitido en el 1978 por el National Commission for the Protection of Human Subjects of Biomedical and Behavioral Research, una autoridad en bioética:
- No se ha dado uno o más intentos de manipulación psicológica u ocultación de información para obtener el consentimiento.
- La persona ha tomado la decisión habiendo sido informada de toda la información relevante para su bienestar.
- La persona ha expresado su aprobación de esas condiciones de manera clara e inequívoca.
- Hay que adaptar la presentación de la información a las capacidades cognitivas del paciente.
4. Justicia
Este principio ético, que es de obligación perfecta, establece que los potenciales beneficios y daños, las oportunidades y riesgos, estén bien equilibrados… Y que no dejen en posición de claro trato discriminatorio a nadie.
Por ejemplo, eso significa que los riesgos y posibles efectos beneficiosos estén bien distribuidos. No puede ser que todo lo bueno sea aprovechable por parte del terapeuta (para experimentar con un procedimiento terapéutico, por ejemplo) y todo lo malo lo reciba el paciente (en forma de efectos secundarios y muy probablemente ningún beneficio).
Cómo hacer el consentimiento informado en psicoterapia en España (paso a paso)
Sigue estos pasos para tener listo un sistema para aplicar de manera simple y fácil el consentimiento informado para un paciente de psicoterapia.
Paso 1: Ten clara la estructura del consentimiento informado
Dentro del territorio español, la administración y gestión del consentimiento informado en psicoterapia están reguladas por la Ley Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica.
Básicamente, esta ley pone de manifiesto una tendencia surgida a partir de los años 50 en los Estados Unidos. A partir de ese momento, empezó a plantearse el debate de si era aceptable que los profesionales de la salud hiciesen y deshiciesen con los pacientes sin tener en cuenta la opinión de estos últimos.
Porque sí, hasta no hace tanto, no existía un mecanismo para asegurarse de que los pacientes tuvieran la capacidad de aceptar o rechazar las intervenciones terapéuticas una vez entraban en el sistema de salud.
Así pues, en el contexto español, esta ley hace que, oficialmente, el principio de autonomía tenga prioridad por delante del principio de beneficencia. Esta reordenación de prioridades da forma a la estructura del consentimiento informado en psicoterapia, la cual tiene estos bloques:
- Parte informativa: el documento informa sobre todo lo relevante acerca de la etapa de evaluación y tratamiento, con tono neutral y descriptivo.
- Parte de recomendaciones: recomiendas un plan de acción
- Parte de comprensión: más allá de pasar la información, hay que asegurarse de que el paciente la ha entendido.
Paso 2: Redacta el contenido
Ahora, toca ir a lo concreto y dejar por escrito todo aquello que el paciente debería tener en cuenta para dar su consentimiento informado. Incluso si vas a aplicarlo de manera oral, tener delante el texto te ayudará mucho.
A la hora de decidir cómo hacer el consentimiento informado en psicoterapia centrándote en su contenido, ten en cuenta que lo que suele ser comunicado es, como mínimo:
- El tipo de terapia que planteas
- Las distintas alternativas de terapia que puedes administrar
- Las posibles consecuencias de la terapia, tanto las positivas como las negativas… Pero indicando el grado de riesgo que suponen estas últimas, sin dramatizar
- La duración del proceso, en promedio.
- El paciente tiene derecho de interrumpir el tratamiento
- Las consecuencias de interrumpir el tratamiento
- Los derechos de las partes y las regulaciones legales aplicadas
- La estructura de las sesiones de terapia
- La cantidad a pagar, y el modo de pago
Paso 3: recolecta una evidencia del consentimiento
El consentimiento informado debe quedar plasmado en un hecho objetivable. En la mayoría de los casos, este hecho se plasma en un documento firmado por el paciente… Aunque tal y como veremos, no es la única manera de hacerlo.
En todo caso, recuerda que toda la información que archives en relación al paciente (especialmente la que te ha dado él mismo) debe quedar protegida bajo la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal o LOPD.
¿A quién se comunica el consentimiento informado?
El consentimiento informado siempre debe ser comunicado al paciente en caso de que tenga la capacidad intelectual para hacerlo. En algunos casos, será necesario adaptarlo a su grado de comprensión.
Cuando el paciente no es capaz de decidir por sus propios medios (por ejemplo, si tiene enfermedades neurológicas severas o es menor de 12 años), la responsabilidad de aceptar o rechazar el procedimiento terapéutico es de los padres/madres o tutores legales. Aunque eso sí, debe tenerse en cuenta la opinión del paciente (y dársele la oportunidad de expresarla).
¿Quién comunica el consentimiento Informado?
El consentimiento informado siempre debe ser comunicado por parte del terapeuta que va a llevar ese caso en concreto.
De ese modo se reduce el riesgo de que existan discordancias entre el plan de acción terapéutica descrito en un inicio y el que termina llevándose a cabo.
¿El consentimiento informado debe ser realizado de manera escrita?
Técnicamente, en el caso de la psicoterapia, el consentimiento informado no tiene por qué ser realizado por escrito.
Esto es así porque según la ley 41/2002 de 14 de noviembre, solo hay un caso que no permita el uso de consentimiento informado oral. Y como la terapia psicológica no es un procedimiento invasivo, esta excepción no se aplica.
Esto significa que podrías grabar el audio o el vídeo de cómo el paciente te da luz verde después de informarle de todo lo necesario y acerca de las implicaciones de la terapia que administras.
Pero en la práctica, tenerlo plasmado por escrito es la manera más fácil de administrar y archivar consentimientos informados.
Simplemente, es más intuitivo y fácil de manejar un documento, incluso si es en papel, que un archivo de vídeo o audio. De esa manera te aseguras de que no hay ningún error en tu manera de informar al paciente… Ya que si lo tienes que decir todo oralmente, corres el riesgo de cambiar partes o de olvidarte de otras.
En caso de que sea oral, debes asegurarte de que el paciente dice de manera clara la palabra “sí”. Esto es muy incómodo… Porque debes asegurarte de que ha quedado grabada bien; no es suficiente con que tú la oigas.
Si tienes poca experiencia en cuanto a saber cómo hacer el consentimiento informado en psicoterapia, lo aconsejable es que tengas el documento informativo a mano y se lo des al paciente para que lo lea. Luego lo archivas, y problema solucionado.
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Referencias bibliográficas:
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- Capafons, A.; Mazzoni, G. (2004). ¿Es lo peligroso de la hipnosis el hipnoterapeuta? Hipnosis y falsos recuerdos. Papeles del Psicólogo, 89.
- Ortiz, A.; Burdiles, P. (2010). Consentimiento Informado. Revista Médica Clínica Condes, 21 (4): 644 – 652.
- Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica.
- Sturman, E. (2005). The capacity to consent to treatment and research: A review of standardized assessment tools. Clinical Psychology Review, 25(7): 954 – 974.